sábado, 6 de abril de 2013

Novelas Caballerescas




Las novelas de caballerías tuvieron gran auge en España durante el siglo XVI y fueron leídas con avidez. Se cuenta que el propio emperador Carlos V, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola se entusiasmaron con esa literatura de imaginación.


Amadís de Gaula, publicado en 1504, es el más original, importante y famoso de los libros de caballerías españoles, género que se cierra con Don Quijote, una burla ingeniosa e implacable. Se supone, sin embargo, que desde el siglo XVI ya circulaban versiones de estos relatos. En las novelas caballerescas sobreviven los temas y actitudes de la Edad Media: la defensa del honor, la idealización de la mujer, el ejercicio individual de la justicia. 

Construida con personajes planos, diseñados a partir de una rígida visión casi siempre maniquea, héroes y villanos componían la estructura esencial de esta narrativa histórica. El héroe es un paladín que va en busca de aventuras, dispuesto a sostener con las armas y contra cualquier tipo de enemigos, los principios por lo que lucha. El ámbito en el que se mueve el caballero es fantástico; sus hazañas son extraordinarias, sobrenaturales: vence a gigantes y a seres monstruosos; castillos, ínsulas, encantamientos y hechos sobrehumanos aparecen constantemente en el mundo novelesco de los caballeros andantes; su vida es una cadena interminable de hazañas.

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